Medioambiente y alimentación. Evita el desperdicio, protege el planeta.
- EQUILÍBRATE

- 11 oct 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 26 oct 2022
Desde hace un tiempo hemos podido ver en los distintos medios de comunicación, cómo ciertas acciones de la vida cotidiana asociada a nuestra alimentación, pueden ayudar con el cuidado del planeta, tales como evitar la pérdida y desperdicios de alimentos y el compostaje.

En términos de superficie utilizada, a nivel mundial se utilizan unos 1.400 millones de hectáreas para producir alimentos que no llegarán a ser consumidos, superficie equivalente a la de Canadá e India juntos, lo que además produce emisiones innecesarias de CO2, contribuyendo así al calentamiento global y al cambio climático. Por lo anterior es importante evitar tanto la pérdida como el desperdicio de los alimentos en nuestros hogares.
Cómo pérdida de alimentos, se entiende como la disminución de la masa de comestibles para consumo humano en cualquier punto de la cadena productiva, ya sea durante la producción, post cosecha, almacenamiento y transporte. Los desperdicios de alimentos, se refieren al desecho de alimentos que aún tienen valor, durante la etapa de distribución y consumo, por malas prácticas por parte de vendedores mayoristas y minoristas, servicios de venta de comida y consumidores.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un tercio de los alimentos producidos en el mundo al año se desperdicia antes de llegar a los consumidores (1.300 millones de toneladas), y un 6% de las pérdidas se producen en América Latina y el Caribe. Esta cifra bastaría para alimentar 10 veces el total de personas que sufren de hambre en esta región.
En un mundo donde recursos naturales como la tierra, agua, energía y fertilizantes son limitados, es necesario encontrar soluciones para reducir las pérdidas de alimentos, dado que, además de reducir la emisión de gases invernaderos, se disminuye la carga de basureros y vertederos, reduces costos económicos y contribuyes a la seguridad alimentaria.
Muchos de los desperdicios de alimentos son a nivel domiciliario; cerca del 45% de las frutas y verduras, 45% de las raíces y tubérculos, 35% de los pescados y productos del mar y el 30% de los cereales, se pierden en algún punto, entre la venta mayorista, minorista y una vez comprados en los hogares, así lo indica Save Food, 2015. Lo anterior, podríamos evitarlo a través de ciertas acciones como:
Planificar un menú semanal a través de un listado de alimentos, de acuerdo a lo disponibles en el refrigerador y/o despensa
Evitar comprar en exceso y preferir los productos de temporada.
Mantener la despensa y el refrigerador ordenados y limpios.
Refrigerar la comida preparada sobrante o congelar adecuadamente lo que no se consumirá los próximos días.
Aliñar las ensaladas, justo antes del consumo. Si sobra ensalada con aliño, se echa a perder sobre todo la lechuga.
Reutilizar las verduras o legumbres sobrantes en sopas, puré o salsas.
Elaborar salpicón u otra preparación con los restos de pollo, pescado o carne que hayan quedado de otra comida.
Rescatar todas las partes que son comestibles y nutricionalmente buenas, que a veces son descartadas por desconocimiento. A continuación, te compartimos una receta sostenible, para que la hagas en casa.
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Por último, no podemos dejar de mencionar, otra estrategia que ha sido muy estudiada y que impacta positivamente en los efectos del cambio climático: el compostaje, un proceso de transformación de la materia orgánica para obtener compost, un abono natural. Esta práctica adquiere suma importancia considerando que la basura diaria que se genera en los hogares contiene un 50% de materia orgánica.
El proceso se puede apresurar mediante diversas técnicas, el más común a nivel domiciliario y en campo, es mediante una “pila de compost”, el cual consta en incorporar residuos orgánicos ricos en carbono ( tierra, hojas secas y cartón ) y nitrógeno (cáscaras de frutas con excepción de cítricos, y restos de otros residuos orgánicos picados, excepto restos de origen animal), en forma de “sándwich”, en una proporción Carbono/Nitrógeno entre 25-30, es decir, cada 25-30 partes de residuos ricos en carbono se agrega una parte de residuos ricos en nitrógeno, controlando así la humedad, temperatura y oxígeno del compost.
A continuación, detallamos el paso a paso para saber cómo hacer compost:
Se debe poner en un cuarto de la maceta, tierra seca o ligeramente húmeda, hojas secas y trozos pequeños de cartón
Luego las cáscaras, nuevamente tierra, hojas secas y trozos pequeños de cartón, completando el sándwich según el tamaño de la maceta.
Es muy importante terminar cubriendo con restos ricos en Carbono para evitar la presencia de mosquitos. La pila debe ser humedecida (no mojada, ni que escurra agua) y volteada cada 4 días. Idealmente la maceta debería tener orificios para permitir mayor aireación, de lo contrario, basta con voltearlo con periodicidad.
Mucho podemos hacer en nuestras casas, a nivel individual para dar un buen uso a los alimentos: por eso organízate, actúa y hagamos del no desperdicio de comida, un desafío personal.
Referencias bibliográficas
- Manual de pérdidas y desperdicios de alimentos. 5 al día Chile-Inta Universidad de Chile-Ministerio de Agricultura.2018.





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